¿Has buscado alguna vez un atajo?
¿A que parece legítimo e inteligente?
En contadas ocasiones así es, pero…
Nos pasamos la vida buscando atajos para tener una existencia plena. Y eso es como intentar mezclar el agua con el aceite.
Una vida en armonía es un proceso de consciencia.
Y el camino de la consciencia es a medio y largo plazo, no a corto.
Una palabra característica de esa consciencia es: Despacio
¿A que no suena nada apetecible?
Normal. A nuestra mente distorsionada, nuestra IA, siempre en supervivencia, cuando escucha lo de despacio, le salen sarpullidos.
Porque lo quiere todo ya.
Y por eso busca siempre el ahorrarse el proceso.
Y si le preguntáramos si prefiere un embarazo de 3 meses a uno de 9, puedes adivinar su respuesta, ¿no?
Por eso estamos continuamente buscando píldoras, recursos, talleres, experiencias donde primen las palabras “fácil”, “rápido”, “en poco tiempo”, “con poco esfuerzo”…..
Y cuando no nos funciona en los dos meses que esperábamos (y muchas veces aspiramos y nos creemos que cambios vitales duraderos vienen por estar enfocados en ellos unas semanas. Otro gigantesco autoengaño…) seguimos buscando otras fórmulas mágicas que finalmente, en el medio y largo plazo, nos hacen quedarnos como estamos ahora.
¿Cuántas veces te has pasado una salida en una carretera, o has perdido una plaza de parking en la calle porque ibas demasiado rápido?
A mí me ha ocurrido bastantes veces, me temo…
Ir deprisa y tomar atajos supone pagar un precio. Un precio que no vemos porque vamos rápido, no hay espacio para darnos cuenta, no hay parada.
Y consciencia, parada y espacio es lo mismo.
Así que si opero sin espacio, sin parada en mi vida en general, opero sin consciencia.
Y eso no es precisamente lo que más te va a generar el estado de armonía que en el fondo todos buscamos con todo lo que hacemos.
Así que de cara al 2024, te invito a que te plantees con sinceridad:
¿Qué atajos estás pensando pillar para conseguir lo que quieres?
¿Y qué precios pueden suponer?
Y después de esto, con más información y más datos estarás en mejores condiciones de decidir lo que es coherente para ti.
Y así lo que ocurra tendrá más sentido, te ahorrarás disgustos, historias y pollos que desde el corto plazo nunca se ven (no te cuento nada que no sepas 😊)
Así que, ¿Qué ocurriría si en el nuevo año voy cambiando la palabra “prisa” por “despacio”?
¡Eso sí que es disruptivo!
Te mando un abrazo fuerte, y ¡Buen Camino!
Josepe
PD: si quieres hacer este camino de evolución conmigo, tienes dos opciones:
En nuestro retiro de Invierno “Quantum Experience: Rediseña-te para el 2024” del 2 al 4 de enero.
https://institutoimpact.com/quantum-experience/
O bien en un proceso personal 1 a 1 conmigo, a través del método “Quantum High Impact Coaching: QHIC”.
También te paso el enlace a la info.
¿QUIÉN HA ESCRITO ESTE POST?


