Acabamos de terminar la 13ª promoción del módulo 1 de “Vivir del Coaching”, en Barcelona.
Y me llevo dos conclusiones que creo importantes para el éxito de nuestro proyecto profesional:
La primera es la palabra “riesgo”. Está continuamente presente en nuestra toma de decisiones, en los pasos que vamos a dar (o en los que no damos), y en la percepción de disfrute o no de nuestra actividad. Lo que tengo claro es que en la mayoría de los casos existe muchísimo miedo al “riesgo”. Pero el riesgo, ¿ a qué?
Ahora bien, habría que definir qué significa riesgo. Porque es una subemoción del miedo, y como éste, es completamente un intangible, subjetivo, pues está orientado al futuro, y por lo tanto es pura imaginación. Esos “¿ Y si….?” Que concatenados tumban tantos sueños, debemos ser capaces de detectarlos y ponerlos en solfa.
¿qué es lo peor que podría pasarnos? ¿Y qué? Estas preguntas habría que hacerlas sistemáticamente, para que el miedo y el riesgo se mantuvieran en el plano que les corresponde. Existen, pero no son lo más importante.
Te quiero proponer una definición de “riesgo” que lo cambia todo. Proviene de mi admirado Timothy Ferris, autor de “La semana Laboral de 4 horas”.
Riesgo= probabilidad de un resultado negativo irreversible
¡IRREVERSIBLE! Esta es la clave de todo el asunto. Realmente corremos riesgos que pueden provocar resultados negativos irreversibles? Básicamente, casi nunca (por ser pesimista). La cuestión es que podemos dotarnos de planes B, C y si son necesarios, D, por si las cosas no salen como en un principio esperamos. Es sencillo, pero se hace poco.
Este reencuadre de lo que significa “riesgo” puede suponer el éxito o no éxito de tu proyecto, porque este va a devenir principalmente de los “riesgos” que estés dispuesto a asumir. A más riesgos, más posibilidades de conseguir lo que deseas, ya que estás dispuesto a hacer más y más creativamente, y el compromiso es mucho mayor.
En realidad, ¡NO ACTUAR ES EL MAYOR RIESGO QUE EXISTE!
Y como segunda conclusión, creo que es necesario tomarnos nuestros proyectos profesionales de coaching en serio. Pero esto no significa “demasiado en serio”. Y lo digo porque lo detecto con frecuencia. Y el “Demasiado en serio”, ¿qué consecuencias acarrea?
– Expectativas demasiado altas
– Falta de disfrute en la actividad (clave para el buen resultado de la misma)
– Autocrítica poco constructiva
– Caida de la automotivación en un breve lapso de tiempo
– Miedo y preocupación
Y adivinarás que significa esto? Disminuir drásticamente las posibilidades de éxito en la obtención de clientes, ingresos, prosperidad y abundancia, etc, etc.
Así que por favor, diviértete más, haz más planes de contingencia, ríe, aprende, vive este proceso como una aventura, disfruta, ponle coto al miedo y a la preocupación, atrévete (el universo premia a los audaces), y sobre todo, ¡ACTÚA (DONDE DEBES, SOBRE TODO EN EL AREA COMERCIAL DIRECTA)!
Una muy amiga mia, que es una altísima ejecutiva en España de negocios internacionales me dijo una vez: "los americanos no van ni al baño sin tener un plan B por si las cosas no salen como esperan, deberiamos aprender de eso, el plan B nunca nizo daño al plan A".
Debimos ver poco la serie del Equipo A en la tele cuando eramos más pequeños… 🙂
Un fuerte abrazo,
Fernando Álvarez
Efectivamente, Fernando, la falta de planes B, o casi siempre, la falta de planes concretos, genera miedo, incertidumbre, etc, que es lo que frena la acción. Y sin la acción, no hay resultados
abrazos