Pues sí… Si no sucede ese “para siempre” no ha habido transformación real.
Habrá habido un cambio puntual, que luego nos acabamos creyendo que ya estaba integrado para que luego llegue la realidad y nos desmonte el chiringuito…
¿Sabes una cosa? Que a mí, como a ti me imagino, te habrá pasado “cienes de veces” 😊
Y por lo que a mí respecta, decidí (por un tema de coherencia finalmente, más que nada) dejar de engañarme diciendo cada dos por tres que había vivido transformaciones por aquí y por allá, porque no era cierto (tarde o temprano volvía a suceder…).
Ejemplo sintomático: Si estás en el mundo del desarrollo personal, es más que probable que conozcas muy bien las fuentes del enfado, y te lo hayas currado mucho en muchos casos… ¿Y significa eso que no sigas enfadándote? Por mi parte no, ya te lo adelanto. ¿Así que me he transformado realmente en eso? Pues no. Es un tema que no tengo integrado.
Así que por eso me metí en el ámbito cuántico. Porque aquí se va definitivamente a la transformación, y el autoengaño no es una opción. Y me parece superauténtico y muy poderoso.
Ya toca pulsar las teclas de la transformación real (PARA SIEMPRE).
(Bueno, en ello estamos y no me aburro, jaja).
Y tú, ¿cómo andas de todo esto?
Te mando un abrazo grande y ¡Buen Camino!
Josepe
PD: Si quieres realizar un proceso de transformación 1 a 1 conmigo, aquí tienes la info:
Además, al ser de la tribu impact tienes ventajas económicas, y si has sido alumno/a de alguno de los cursos, pues todavía más.
¿QUIÉN HA ESCRITO ESTE POST?



