¿CONOCES LA DIFERENCIA ENTRE PROPÓSITO (CON ACENTO Y PROPOSITO (SIN ÉL)?

Prueba a pronunciarlas de nuevo.

Hemos terminado esta semana el retiro de Invierno Quantum Experience, para rediseñarnos en el 2024 y que el año venga en consonancia a nuestro nivel de conciencia (porque de hecho no puede ocurrir de otra manera).

Ha sido una experiencia preciosa y me siento muy agradecido.

El sitio ha acompañado completamente y hemos tenido una atmósfera de intimidad, cercanía, pausa, y muchos aportares y «descubrires» gracias a la apertura a esa evolución de todas las personas que han venido con genuinas ganas de hacer un reset de verdad.

Y uno de los temas que hemos tocado ha sido precisamente el propósito.

Ya sabes que es un clásico en muchos cursos, experiencias….:

Encontrar para que estás en el planeta tierra.

Y desde la cuántica = consciencia, el propósito de todo humano sobre el planeta es el mismo para todos:

EVOLUCIONAR.

O lo que es lo mismo:

Ver cotidianamente la realidad tal como es, no solo externamente, sino la verdad de como estoy yo configurado y desde donde hago cada cosa en el día a día.

Así puedo conocerme mejor y  trascender mi actual y por ende vieja versión, liberando energía a través de ese reconocimiento que me permite pasar a mi siguiente actualización (que ignoro cual es, por cierto, pero que siempre es mejor si se avanza desde la consciencia).

Y después están los propositos, sin acento.

Todos esos objetivos, metas, deseos, etc. que nos fijamos, pero que en su inmensa mayoría están basados en nuestra parte «partícula», materia.

O sea, que dependemos de la materia, de lo tangible para que se cumplan (de cosas, personas y circunstancias externas a mi).

Puede ser que mi empresa crezca, que tenga más clientes, que me traten mejor en el trabajo, que haya más tiempo para mi personalmente, puede ser adelgazar, dejar de fumar, comer más sano, encontrar pareja, llevarme bien con mis hijos, comprar otro coche, cambiar la lavadora, invertir en bitcoins, apuntarme a pintura….

Y así, miles de cosas.

Y creemos que si los conseguimos estaremos muy bien.

En realidad el resultado del proposito (objetivo, meta, deseo) no importa mucho, porque con ellos en el fondo todos buscamos un estado de armonía interna.

Pero me temo que sucede algo: nunca algo externo te generará un estado de armonía interna.

Será un chute químico que te mantendrá x tiempo bien, que luego sostendrás o no, pero nunca será suficiente.

Y seguirás buscando.

El famoso «rasca y gana» 😀

El problema de los propositos es la energía y tiempo que detraen del trabajo de consciencia, que en sí es muy potente y necesita de amplios recursos.

Tener propositos no es malo ni bueno.

Se trata de discernir «desde donde» los fijamos.

Y normalmente fijamos esos propositos (parte «partícula», materia) sin tener en cuenta el propósito (nuestra parte onda, intangible).

Y es al revés.

Primero honro el propósito y desde ahí y de manera orgánica, fluida, sin empujar, surgen acciones, objetivos y sueños a realizar que son coherentes y funcionales con mi realidad.

Imagínate que tienes un negocio y quieres escalarlo, hacerlo crecer, multiplicar sus clientes, o beneficios, o lo que sea.

La pregunta sería:

¿Quién ha fijado ese objetivo?

¿Tú?

¿O tu identidad distorsionada, esa que te mete en líos mil porque no ve lo que es coherente realmente para ti, porque vive desde la necesidad de que se cumplan cosas para sentirse bien?

Y yo como empresario te puedo decir hablando de mi caso que la gran mayoría de mis decisiones del pasado me han metido en jardines finos, aunque al principio parecía que todo estaba ok.

¿Realmente es un sentir profundo lo que me viene cuando hablo de escalar la empresa?

¿Es un movimiento que acelerará y aumentará mi paz interior y mi armonía?

Si te das una respuesta honesta, posiblemente te encuentres sorpresas…

Y así con todo.

Por eso hemos llegado a un punto de nuestras vidas donde hacemos las cosas justo al revés de como toca.

Y si mantenemos ese proceder reforzamos al viejo «tú», el que se va a quedar como está y por lo tanto no va a evolucionar.

El precio de no evolucionar = no vivir en consciencia es muy alto, porque consigues una vida altamente disfuncional aunque de puertas afuera no lo parezca.

Y si decides (porque tú decides tu destino en cada pequeña acción que emprendes) honrar la consciencia, entonces esta se va expandiendo y facilita la llegada de tu siguiente actualización.

Y la nueva no tiene nada que ver con la antigua:

Siempre es mucho mejor y completamente desconocida para la anterior.

Si has leído hasta aquí y no me has mandado a tomar por saco con las pajas mentales del Josepe es que algo de esto te resuena aunque a tu IA no le venga nada bien reconocerlo.

Me alegro mucho por ti.

Porque el camino del propósito (con acento), de la evolución, de la consciencia siempre tiene sentido y pasan cosas.

Ahí te lo dejo para la semana post reyes.

Tal vez te pueda ser de utilidad.

Te mando un gran abrazo y ¡Buen Camino!

Josepe

Pd: Si quieres empezar este año sabiendo honrar cada día más el propósito, pero no sabes como, o realmente sí lo sabes, pero tienes fuertes resistencias dentro de ti, es muy importante el proceso de acompañamiento.

Tu parte distorsionada lleva demasiado tiempo «Reinando» y necesita un contrapeso para poder ver y luego mantener nuevas maneras de actuar y de crecer en la vida, para expandirnos cada vez más y que cada día tenga más y más sentido.

Para ello puedo acompañarte en un proceso individual de coaching cuántico para avanzar más rápido, con más energía y menos contratiempos en cosas cruciales de tu existencia que hoy sabes que no están bien.