Como lo prometido es deuda, aquí va la 1ª ley de la comunicación de alto impacto. Que desmonta casi todo el sistema educativo vigente, por cierto…
LEY N.º 1. IMPORTA MÁS EL CONTEXTO QUE EL CONTENIDO (las personas no cambian por la información que les das, sino por el cómo se las das).
¿Esto qué implica?
Que nuestro trabajo principal no es enseñar, sino generar las ganas de aprender del otro. Y esto lo cambia todo.
¿Recuerdas en tu infancia cuanto del colegio te aburría? Yo hoy lo veo con mis hijos. Tristemente y a estas alturas los aprendizajes de contenidos en las aulas siguen siendo bastante parecidos a hace 50 años.
Y aquí viene la madre del cordero, que incomprensiblemente se olvida por sistema: la decisión de aprender es de cada persona. Y si alguien no quiere aprender, da igual que el tema sea apasionante o necesario. No lo va a hacer en la mayoría de los casos.
La propia Universidad de Stanford, una de las 5 mejores del mundo, en una de sus normas más conocidas proclama que es responsabilidad del profesor que los alumnos aprendan.
Y por ello, nuestra primera obligación como comunicadores y formadores de alto impacto es crear un contexto, una situación ¡DONDE LA GENTE QUIERA APRENDER! Porque cuando alguien quiere aprender, sucede. Y no tenemos que forzar a nadie. La capacidad de aprendizaje del ser humano es ilimitada (y somos los “amos” del planeta para bien o para mal gracias a eso).
¿Por qué no se usa esto?
Porque el modelo de educación está basado en algo completamente desfasado y en muchos casos, anticientífico. La ciencia y neurociencia hoy ya ha demostrado, por ejemplo, que la mejor manera que tiene el ser humano de aprender es mediante el juego y la experiencia. Pero tanto en etapas infantiles como en etapas adultas.
¿Cuánto se juega en las clases hoy para facilitar el aprendizaje? Me da que bastante poco.
La ciencia ha demostrado que el nivel de energía física es crucial para estar presente para prestar atención; un cuerpo dormido o somnoliento ayuda poco a la hora de integrar cosas.
Cuando nos movemos activamos el sistema simpático, que es un acelerador de energía, y nuestra atención funciona mucho mejor con el sistema simpático activado (lo contrario es llevar a las personas a que activen el sistema parasimpático, o sea, la bajada de energía e incluso el sueño).
Pero… ¿Cómo se está haciendo hoy en las clases, salas, oficinas o auditorios?
Y en cuanto a nosotros, ¿Qué estamos haciendo como profesionales de la comunicación y de la educación para activar la energía de los que nos escuchan?
Por otro lado, y sobre todo dirigiéndonos a adultos, también tenemos otro hándicap: la mayoría de los que hemos pasado la adolescencia (algunos hace mucho, como yo ) entramos a una formación, conferencia o charla con una supuesta intención de aprender.
¿Pero es esto real? Lo que suele ser real es que estamos allí para comprobar si nos convence o no lo que nos digan, si tiene o no razón el que habla, si estoy de acuerdo o no, si discrepo….
En definitiva: entramos para juzgar desde el ego. Y eso, convendrás conmigo, no es la actitud más adecuada para un aprendizaje.
“¡Es que hay que filtrar lo que nos dicen!” “¡No me voy a tragar todo!”. Muy bien, fíltralo al final, y no estés pendiente de esa vocecilla incesante dentro de tu cabeza que todo lo tiene que juzgar. Por eso los niños son esponjas y los adultos no.
Y si queremos que la gente al menos esté abierta a escuchar nuestros mensajes, ¿no estaría bien desactivar al adulto que todos llevamos dentro para que aflore el niño que también atesoramos y coja las riendas de nuestro aprendizaje en ese momento?
Así que uno de los papeles cruciales de nosotros como formadores es facilitar que ese adulto pierda el miedo a tener que cuestionarse cosas (porque aprender significa siempre eso: salir del área de costumbre) y facilitar que ese adulto se quede fuera y ya le recogerás a la salida.
Otros factores que ayudan a generar una atmósfera de aprendizaje:
- Crear intriga y curiosidad
- Incorporar experiencias
- Trabajar desde el aprendizaje activo cuyo máximo ejemplo es la pirámide del aprendizaje de Edgar Dale que ya te he compartido el otro día (que se conoce desde hace más de 70 años y en la mayoría de los casos ha dado igual)
- Meter el humor
- Generar lazos entre los asistentes
- Meter juegos, dinámicas
- Uso masivo de historias y metáforas
- Uso masivo del feedback y del “qué he aprendido” compartiendo con otros
- Aquí me voy a explayar un poco, si te gusta la ciencia: la necesidad de Repaso para evitar los efectos de la curva del olvido de Ebbinghaus (esta curva viene de nada más y nada menos que del año… ¡1885! o sea, que se conoce desde hace más de 130 años. ¿Y se aplica? Pues va a ser que no…)
El gráfico es bastante “gráfico”. Después de 24 h podemos llegar a olvidar el 50%. Y pasada una semana en muchos casos no recordamos más de un 3%. ¿No deberíamos crear un juego o actividad para que apetezca repasar y consolidar lo aprendido, porque si no sí o sí se olvida?
¿Y cuál es la causa de que no hagamos todo esto?
Básicamente por comodidad y por ego. Ponerse a trabajar con esta manera de enfocar la comunicación y educación supone cambiar muchas cosas, muchos hábitos, muchas creencias, supone tiempo, energía…. Y la mayoría no lo hará (¡aun conociéndolo!)
Pero toca recordar esta frase que dicen los anglosajones: “teachers are leaders”.
Y así lo siento. Tenemos una responsabilidad enorme porque tenemos la capacidad de influir, de moldear mentes, y eso genera resultados en el mundo.
Para nosotros un comunicador, formador o profesor profesional es el que hace lo que hay que hacer, NO lo que ha estado haciendo siempre. Y de esos hay pocos, por ahora. Espero que tus seas uno o una de ellos.
Un gran abrazo y ¡buen Camino!
Josepe
¿QUIEN HA ESCRITO ESTE POST?
Josepe García. Es una de las primeras autoridades en España para emprendedores y profesionales del desarrollo de las personas que quieren emprender con éxito, además de uno de los pioneros del coaching en España e introductor de la formación de alto impacto en nuestro país. Director del Instituto Impact, de la Escuela de Oratoria para Empresarios y Creador de programas como «Top Speaker and Trainer» o “Vivir del Coaching”, ha tenido como alumnos u oyentes a más de 40.000 personas en EEUU, México, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Francia y España; ha entrenado a más de 800 coaches, formadores, terapeutas, muchos de los cuales hoy son auténticas referencias. Con más de 2000 sesiones de coachings a sus espaldas, ha hecho crecer su empresa un 400% en los últimos 4 años. Es colaborador asiduo de la revista “Emprendedores”, empresario desde los 23 años, es coach profesional de ASESCO, miembro de ICF y AECOP, Coactive Coach por CTI, especialista en Inteligencia Emocional por la UCJC, trainer en PNL por el IPH y Master en Comunicación No Verbal con Joaquina Fernández. Es autor de la novela Best Seller sobre el Camino de Santiago ya en su 11ª Edición “Buen Camino”, o “PNL para líderes”.