Pues sí, aunque la tendencia natural de nuestro sistema de supervivencia (tu mente, que no eres tú, recuerda) es intentar defenderse y refutar el argumento que te voy a dar.
Es normal. La mente ama estar en modo víctima, que supone culpar a otros de lo que pasa.
Y no te cuento si lo que pasa es lejano…
Ya sabes que no hablo desde la verdad, sino desde mi verdad. O lo que es lo mismo: mis conclusiones sobre la vida a estas alturas de mi existencia extraídas de mis aprendizajes, experiencias vitales y de mi autoobservación.
Los conflictos que se ven fuera en grande = macro (hoy hay más de 60 bélicos en el mundo, no solo el de Ucrania, pero también me refiero a temas sociales, económicos, desigualdades, autoritarismos, falta de libertad, censura, manipulaciones, utilización de la gente, fomento del miedo, etc, etc.) son una proyección de los conflictos que tenemos cada uno de nosotros con nosotros mismos.
Te garantizo que si tú y yo estuviéramos en armonía contigo mismo y yo conmigo mismo, y esto fuera universal (a todo el mundo le ocurriera esto), ¿Crees que se habría dado la guerra en Ucrania? ¿O la gestión de la pandemia y la manipulación de la gente a través del miedo? ¿O las huelgas? ¿O las desigualdades sociales? ¿o la violencia en los hogares? ¿Crees que existiría la necesidad de drogas? Etc etc…
Pero el conflicto se da dentro de cada uno, y se proyecta fuera.
¿Qué es el conflicto con cada uno?
La ausencia de coherencia, que deviene en falta de integridad.
Si nuestros líderes políticos, económicos, sociales a todos los niveles pasaran un test de integridad personal, ¿Qué nota crees que sacarían?
Es posible que digas que es muy baja, e incluso de que te quejes de en que manos estamos. ¿y esas personas van a buscar el bien común, sin tener un alto nivel de integridad personal?
Pero no nos equivoquemos. Son ni más ni menos que un reflejo del resto de nosotros.
Cuando no estamos en coherencia, estamos en conflicto con nosotros mismos.
No podemos sentirnos bien porque en el fondo lo sabemos.
Y como es duro de reconocer, o podría generar mucho dolor (mirar dentro y sacar la basura que cada uno tenemos en nuestro interior me parece el trabajo más difícil y valiente del mundo) tendemos a echar los balones fuera y a culpar a otros de lo que me ocurre. Lo que se llama una cortina de humo para no ver.
Y es comprensible. No apetece. Pero hasta que no te tomes en serio tú, yo y otros el hecho de que si cada uno vivimos en conflicto el conflicto existirá en el mundo, las cosas seguirán igual o como es lógico, peor.
Así que tienes mucha más influencia en lo que ocurre de lo que crees.
Por eso creo que el principal trabajo de cada uno de nosotros no es arreglar algo, sino arreglarte tú.
¿Eso significa que a la par no pueda contribuir o ayudar en causas en las que creo?
Claro que se puede, pero siendo consciente que eso no vale de nada a medio y largo plazo si el trabajo no empieza por uno mismo.
En definitiva: lo que se llama el proceso de tomar consciencia, o darse cuenta, o conocerse.
Y conocerse significa comprenderse, y comprenderse significa amarse (es muy complicado amar sin comprender). Y cuando te amas, que supone darte amor y respetarte tal como eres en ese momento, sin juicio, estás en condiciones de hacer eso con otros (no antes).
Así que como no hacemos o si lo hacemos no nos tomamos el proceso de autoconocimiento (que es muy simple: observarte con curiosidad para darte cuenta del punto en el que estás) con la trascendencia que tiene, nosotros estamos como estamos y el mundo está como está.
¿Te imaginas que empezaras a ser más coherente con tu sentir profundo, que te respetaras y te juzgaras menos, que te aceptaras, que practicaras la gratitud por ser quien eres, sin «correctos» ni «incorrectos » (desde la conciencia no hay dualidad, solo integración), que cada momento de frustración, incomodidad, molestia lo vieras como un regalo enorme de la vida para darte cuenta y poder evolucionar?
¿Cómo sería el mundo si cada uno hiciéramos los deberes?
Puedes pensar que vale, que tú puedes hacerlo, pero que si el resto no lo hace no va a servir de nada.
Pues te aporto un cuentecillo que dio el nombre al grupo de voluntarios con el que trabajé en la crisis de los refugiados en la isla de Lesbos, «Starfish Volunteers»:
La marea había bajado y por algún motivo se habían quedado varadas en la playa millones de estrellas de mar, que agonizaban y morían fuera del agua.
Una solitaria joven recorría esa playa intentando devolver al mar al máximo numero de estrellas, pero había muchísimas y ella estaba sola.
Un señor apareció por allí y cuando le vio le dijo:
Pero alma de cántaro, ¿no ves que no vale de nada? ¿Que hay millones y millones y tú estás sola, y aunque me pusiera yo tampoco habría nada que hacer?
La muchacha miró al hombre, esbozó una pequeña sonrisa, se agachó, cogió una estrella y mientras la lanzaba al agua le contestó:
¡Cuéntaselo a esa!
Empecemos el trabajo por donde toca, por uno mismo. Sé tú la estrella y tu propio salvador.
Sé que es difícil (y como soy muy consciente de ello y ya lo he intentado yo solo muchas veces en los últimos años, mi máxima inversión es tener mentores y personas que me acompañen y guíen el camino)
Tú hazlo como quieras, pero no te permitas más autoengaños.
Mientras siga habiendo conflictos en ti, no esperes milagros fuera.
Así que toca hacerse una pregunta práctica:
¿En qué estoy siendo incoherente hoy en mi vida? (puede ser relativo a tu trabajo, a tu pareja, a tu salud, a tus hábitos, a tu dinero, a tus valores, a tu desarrollo personal, a tu propósito de vida, a tu proyecto profesional, a tus amigos. A tus hijos, a tu familia, a tu potencial, a tu talento, a tu creencia en ti…. Etc. Etc.)
– Identifica ahora algo rápidamente (lo primero que te venga vale) de todo esto que te haga sentir con esa falta de coherencia (o sea, en conflicto contigo).
– Ponle nombre
– Concreta qué es
– Decide qué vas a hacer de una puñetera vez con ese tema
¡Comprométete y hazlo!!
Se han acabado los tiempos de las excusas (porque tiempo es lo que menos tenemos para que todo cambie)
Este es el mejor regalo que te puedes hacer y le puedes hacer al mundo.
Y ¿sabes cuál es el premio de todo esto? Pues el gordo de Navidad: Serenidad y Paz Interior
Espero te haya sido de utilidad
Te mando un gran abrazo y ¡buen Camino!
Josepe
Pd: Por si necesitas orientación o más claridad en todo esto, lo vamos a trabajar en el retiro que haremos del 9 al 11 de abril en Cáceres, en Sierra de Gredos.
Si quieres saber más, pincha en este enlace: https://shortest.link/3dC6
¿QUIÉN HA ESCRITO ESTE POST?
Josepe García. Es una de las primeras autoridades en España para emprendedores y profesionales del desarrollo de las personas que quieren emprender con éxito, además de uno de los pioneros del coaching en España e introductor de la formación de alto impacto en nuestro país. Director del Instituto Impact, de la Escuela de Oratoria para Empresarios y Creador de programas como «Top Speaker and Trainer» o “Vivir del Coaching”, ha tenido como alumnos u oyentes a más de 40.000 personas en EEUU, México, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Francia y España; ha entrenado a más de 800 coaches, formadores, terapeutas, muchos de los cuales hoy son auténticas referencias. Con más de 2000 sesiones de coachings a sus espaldas, ha hecho crecer su empresa un 400% en los últimos 4 años. Es colaborador asiduo de la revista “Emprendedores”, empresario desde los 23 años, es coach profesional de ASESCO, miembro de ICF y AECOP, Coactive Coach por CTI, especialista en Inteligencia Emocional por la UCJC, trainer en PNL por el IPH y Master en Comunicación No Verbal con Joaquina Fernández. Es autor de la novela Best Seller sobre el Camino de Santiago ya en su 11ª Edición “Buen Camino”, o “PNL para líderes”.